Monitorear actualmente la corrosión en el concreto armado, implica perforar un agujero en su estructura, colocar una sonda y usar un registrador para recopilar datos que deben analizarse fuera del sitio. En QVER, sabemos que este proceso lleva días, incluso semanas, solo para medir la corrosión del concreto en una estructura y, a menudo, descubre que es demasiado tarde para reparar el daño. Además del tiempo empleado, las técnicas destructivas pueden dañar la integridad estructural general, especialmente si el concreto no se repara adecuadamente, en cambio, con el dispositivo iCOR®, usted puede detectar daños tempranos y predecir la tasa de deterioro futuro en solo unos segundos y sin destrucción.
El método iCOR consiste en aplicar corrientes de pulso CC / CA estrechas a través de dos electrodos externos y posteriormente medir la tensión entre estos puntos. La respuesta al voltaje de una barra corroída es diferente a la de una barra no corroída. Esto permite detectar estas áreas de deterioro desde la superficie del hormigón. Además, al utilizar la corriente de entrada, el valor de voltaje registrado y un algoritmo complejo, el dispositivo iCOR puede calcular el estado de corrosión de los refuerzos de acero en la construcción de hormigón, lo que permite conocer la tasa de deterioro de la barra de refuerzo.
¿Por qué elegir iCOR® para detectar la corrosión del hormigón?
- Tecnología galardonada por la Asociación Nacional de Ingenieros de Corrosión (NACE).
- No se requiere conexión a la barra de refuerzo.
- Evaluación integral del estado del concreto.
- Sin tiempos de espera entre mediciones.
- Rápido y fácil de usar.
- Aplicación fácil de usar.
- Ahorro de tiempo y reducción de costos.
En QVER, desempeñamos procesos enfocados en la calidad como único resultado, y optimizar tiempo significa optimizar recursos, y para ello contamos con las mejores herramientas de la industria.